Un disco duro externo (o HDD) puede ayudar en caso de que un disco duro estándar se quede sin memoria y no desee eliminar la información existente. También puede ser útil si a menudo necesita llevar consigo una gran cantidad de datos.
Instrucciones
Paso 1
Los discos duros externos suelen estar disponibles en dos formatos: portátil (2,5 ") y de escritorio (3,5"). Son los más populares, lo que no ocurre con los discos duros ultraportátiles de 1,8 ". Haga su elección según la cantidad de memoria que necesite. Si necesita comprar un dispositivo que pueda contener varios discos duros, debe prestar atención a los modelos de escritorio. Además de la ventaja en forma de una cantidad suficiente de memoria (de 160 GB a 2 TB), dichos discos externos también tienen desventajas significativas, a saber: alto peso, dimensiones y la necesidad de una fuente de alimentación externa.
Paso 2
Preste atención al material del que está hecha la carcasa del disco duro. Muy a menudo, el plástico se usa en la fabricación de dispositivos: es bastante liviano, protege el disco de influencias externas y rasguños. Esto es suficiente para uso doméstico. Sin embargo, si lo va a llevar a menudo (por ejemplo, llevarlo a la carretera), es mejor mirar más de cerca los modelos con caja de metal. Es mucho más confiable que el plástico, especialmente cuando se trata de protección contra daños mecánicos. Quizás el único inconveniente aquí es el gran peso de dicho dispositivo.
Paso 3
A la hora de elegir un disco duro, también hay que tener en cuenta que cuando se usa durante mucho tiempo, el dispositivo se calienta excesivamente (y esto, a su vez, afecta en gran medida la vida útil del disco). Este aspecto es especialmente relevante para los discos duros externos de escritorio. Es por eso que es mejor elegir un modelo que el fabricante haya equipado con un ventilador de enfriamiento incorporado. Aunque crearán ruido adicional durante el funcionamiento, reducirán la carga de calor.