Las actualizaciones del sistema operativo Windows XP abordan las vulnerabilidades y deficiencias identificadas. Cada nueva actualización se puede instalar por separado, pero a medida que se acumulan, se combinan en paquetes especiales. SP3 se lanzó en 2008 y mejora significativamente la seguridad del sistema.
Instrucciones
Paso 1
Hay dos formas de actualizar su sistema operativo Windows XP a SP3. Primero: abra "Inicio" - "Panel de control" - "Sistema" - "Actualizaciones automáticas". Active el elemento "Actualización automática", su sistema se actualizará. Tenga en cuenta que todo el paquete de actualización tiene un tamaño superior a 300 MB, por lo que la instalación puede llevar una cantidad considerable de tiempo.
Paso 2
Puede usar otra opción de actualización: descargue el paquete completo del sitio web oficial de Microsoft y ejecute su instalación. Esta opción es más preferible, ya que la instalación de un paquete de actualización listo para usar ya no dependerá de los caprichos de la red. Puede descargar SP3 para Windows XP aquí:
Paso 3
Debe tenerse en cuenta que la actualización del sistema puede ocasionar ciertos problemas, así que asegúrese de guardar los datos importantes antes de comenzar. Guarde en una partición diferente donde esté instalado el sistema operativo. Mejor aún, guarde los datos valiosos en un almacenamiento externo.
Paso 4
Por lo general, en computadoras con Windows con licencia, las actualizaciones se instalan normalmente, después de reiniciar el sistema, el usuario verá información de que SP3 está instalado en su computadora. Pero si está utilizando una versión sin licencia del sistema operativo, la actualización automática o la instalación de un paquete descargado del sitio web de Microsoft puede restablecer la activación y mostrar un mensaje de que tiene una copia sin licencia de Windows instalada.
Paso 5
Para sortear esta complejidad, puede descargar uno de los paquetes SP3 "modificados" disponibles en la web. Sin embargo, en este caso no hay garantía de que no se instalen troyanos en su computadora junto con las actualizaciones. Alternativamente, puede instalar una actualización oficial y luego reactivar Windows usando las aplicaciones apropiadas que se pueden encontrar en la red. Pero sería más correcto usar Windows con licencia o cambiar a una de las distribuciones de Linux; en este último caso, se librará de los problemas de licencia para siempre.