Un troyano es un tipo de software malicioso. El troyano se disfraza de programas útiles de todas las formas posibles, engaña al usuario y realiza acciones maliciosas, por ejemplo, roba información personal o intercepta el control de la computadora.
El término "troyano" proviene del término "caballo de Troya", una antigua táctica militar griega que consistía en la penetración invisible en la retaguardia del enemigo. A diferencia de los virus, los troyanos no suelen infectar archivos de programa, sino que se utilizan para robar datos personales y organizar ataques a la red. Hay varias variedades de troyanos, cada uno de los cuales realiza una tarea específica.
Un keylogger es un simple caballo de Troya que monitorea las pulsaciones de teclas o los movimientos del mouse. Posteriormente, toda la información recopilada de esta forma se envía a los atacantes. Con la ayuda de keyloggers, puede rastrear la secuencia de acciones del usuario y, por ejemplo, robar contraseñas. Para protegerse contra keyloggers, algunos sitios ofrecen el uso de teclados virtuales, pero en algunos casos este enfoque no evita el robo.
Otra forma de utilizar troyanos es piratear la protección del sistema con la posterior interceptación del control de la computadora. Las computadoras sometidas a un ataque de este tipo se denominan zombies; pasan a formar parte de una red distribuida de computadoras, que posteriormente se utiliza para organizar ataques DDos.
Para protegerse contra los troyanos, como en el caso de cualquier otro virus, es necesario utilizar sistemas antivirus modernos. También puede evitar la penetración de dichos programas observando medidas de seguridad básicas: no siga enlaces aleatorios, no lea archivos adjuntos a cartas de remitentes desconocidos, etc.
